lunes, 6 de diciembre de 2010

El niño perro


El niño perro
Eva Hornung
Traducción de Eduardo Iriarte
Salamandra, 2010

Más de un millón de niños vagabundos malviven en Rusia. Son críos abandonados o que huyen de sus casas y se refugian en sótanos, edificios deshabitados y estaciones de ferrocarril. Sobrevivir al hambre, a la violencia y, sobre todo, al extremo frío invernal es imposible si permanecen solos. En casos extremos, buscan la protección de animales callejeros, como los perros. Ese es el caso de Romochka, de cuatro años, el protagonista de El niño perro. Basada en un hecho real, la novela relata cómo el pequeño, abandonado por su madre en Moscú, es acogido por una manada de perros. Romochka cruza así una frontera impensable: la que separa al hombre del animal, lo civilizado de lo salvaje. Mucho se ha escrito y filmado sobre niños que han sido criados por animales, desde la leyenda de Rómulo y Remo hasta películas como El pequeño salvaje, de François Truffaut. Pero la escritora australiana Eva Hornung relata por primera vez la experiencia desde el punto de vista del niño y no de los científicos que lo estudian. En los dos años que transcurren entre el abandono y la captura del pequeño Romochka se desarrolla la ficción. Hornung dota de lenguaje un tiempo sin palabras, el espacio oscuro de lo no-sabido. Si la Alicia de Carroll franqueó un espejo para pasar de un mundo a otro, a Romochka le bastan los ojos amarillos de un chucho callejero para adentrarse en lo desconocido. Hornung crea un mundo intermedio de hombres y animales en el que nada es ni lo uno ni lo otro. En ese espacio, previo a la captura de Romochka, radica la fuerza de la novela, que decae cuando da paso a la institución que acoge a niños de la calle y remonta con un final, violento y conmovedor, el umbral que deberá atravesar Romochka para volver a la "civilización".
Nuria Barrios
El País

jueves, 2 de diciembre de 2010

Tiempo narrado (Antología dispar)


Paralelo Sur publica la antología de relatos Tiempo narrado. Es un honor estar en compañía de escritores como Fernando Clemot, Claudia Apablaza, Alex Prats, Roc Jané, Mariano Fernández, Pablo Matilla, Eloi...

Prólogo

Sobre la "Tertulia de los jueves" y Tiempo narrado

"A la tertulia de los Jueves llegué de la mano de Eloi. Él me comentó que se quería formar un grupo para conversar en profundidad sobre lo que escribíamos y que el resto de integrantes se conocían de unas clases de literatura de una afamada escuela de Barcelona. Así nació la tertulia de los Jueves, como un lugar donde conversar, donde afirmarse y ahuyentar los fantasmas. Así llegué a la primera tertulia que se formó con Mariano, Álex y Eduardo –los tres que provenían de aquellas clases-, Eloi y yo. Esta fue la composición de aquella tertulia primigenia. Era un jueves de octubre de 2007 y fue en el despacho de Irene, la mujer de Eloi. Yo venía con él y no conocía a ninguno de los otros integrantes pero he de decir que desde el principio hubo una sintonía que nos ha hecho ir renovando la tertulia temporada tras temporada, buscando para encontrarnos espacios que a veces no existían. Recuerdo que aquel primer día hablamos sobre tres cuentos que les pasé a los otros cuatro integrantes por correo electrónico. Con aquella primera velada de la tertulia de los Jueves hay que decir que se inauguró también una forma de trabajar que ha variado muy poco en estos casi tres años. La primera parte de la sesión se dedica a comentar el texto seleccionado en el encuentro anterior y el último rato a preparar la sesión próxima. En esta primera hora se ha despachado de todo; se han analizado cuentos, libros de cuentos, borradores de novela, novelas a medias o novelas enteras y a punto de publicar. Hasta tal punto ha alcanzado la confianza que, en lo personal, he llegado a dejar leer novelas a medio escribir y sin corregir, circunstancia que me hubiera parecido un anatema meses antes. La tertulia no se acabó ahí ni se cerró con nosotros cinco. Con el tiempo se fue completando con nuevos tertulianos como Pablo, Roc y Claudia y también fue pasando por otras ubicaciones: la antigua sede de Paralelo Sur Ediciones en la Gran Vía, la casa de Eduardo, de Eloi, mi casa…y todavía sigue en esta fase itinerante ya que lo importante nunca fue el lugar si no quiénes éramos y qué hacíamos.La tertulia de los Jueves alcanza con la publicación de Tiempo narrado un objetivo hermoso e inesperado: la creación de una antología propia. La idea fue de Eduardo y también hay qué decir que tanto hablar de unos y otros y de literatura no sé cómo no se nos ocurrió antes… Todo suceso, como narración, tiene un tiempo, y el tiempo mismo no puede ser objeto de narración, puede ser narrado, descrito.
Con esta publicación tendremos un elemento físico que represente estos tres años de trabajo y amistad. El libro será nuestro trofeo: lo podremos mirar pasado el tiempo y sabremos que estuvimos allí y que aquello significó algo. Pase lo que pase con nosotros y con la tertulia el resto del mundo sabrá que existieron esos jueves por la tarde, siempre a las siete, que durante ese tiempo fuimos uno, que fuimos de la mano de alguien en nuestros sueños y delirios. Fuimos, sí. Compartimos. Tuvimos vocación de perdurar y perduramos. Hoy nos tenéis otra vez de la mano."

Fernando Clemot

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